Un encuentro

Mañana, parece que nos vamos a ver de una manera discreta y corta, pero te digo amor que así sean de un segundo los momentos contigo, trataré de encender todo mi ser hacia ti para que todo instante de ti, entre en mí y me muestre esos millones de sentimientos que me has dejado ver en tan poco tiempo. Mis sentidos enteramente los tendrás y no existirá para mi en ese momento otra realidad que la de tus palabras, gestos, olores, miradas y todo aquello que quieras ofrecerme para embriagarme y hacerme tuyo. Estoy seguro de que aunque nuestro encuentro solo se prolongue por minutos, será suficiente y completo para recordar por meses enteros y de ese pequeño pero apasionado momento de cercanía física a ti obtendré el suficiente vigor como para inventarme uno más y así otro y a su vez otro y así hasta poder consumar nuestro amor, prolongarlo, re-crearlo y vivirlo intensamente como hasta ahora de alguna extraña forma lo hemos hecho.

Hoy cuando hablamos noté en tu voz que hiciste un esfuerzo incógnito para que de alguna forma nos viéramos, no creas que no lo noté. Cuando se trata de tus códigos ocultos siempre intento estar lo más alerta posible para no pasar por alto todo lo que de manera explícita o implícita quisieras comunicarme, así como todas esas cosas y sensaciones que no alcanzan a llegar hasta tu vida consciente y me veo obligado a deducirlas del todo que es cada encuentro de cualquier forma contigo, es una tarea interpretativa bastante difícil y ardua pero con mucho amor, placer y curiosidad intento a cabalidad cumplirla. Supongo que no lo logro la mayoría de las veces, pero es tan agradable cuando descubro el secreto de tus sentimientos, tus palabras, tus expresiones. Poder saber que en ese preciso momento y lugar debo callar o lanzarme sobre ti y hacerte sentir que en realidad mi ser se dirige al tuyo y que ningún impedimento podrá cambiar esa vertiginosa situación que no se de que forma, pero que le da algún sentido a todo este desdén de sentimientos que desde ya más de dos meses me provocas.