le mùsic

martes, 18 de septiembre de 2007

Dos de Diciembre


Tengo tantas cosas que decirte que no se con cual comenzar, solo recuerdo tu tímida sonrisa y desfallezco, solo me quede caer en el abismo de este sueño y por un intento desesperado hacerme conciente de lo que contigo siento y pensar que puedo hacer o decir para que los sentimientos no me absorban y poder con todo el esfuerzo de mi voluntad organizar unas palabras que en otra ocasión serían solo un beso o un abraso, la alegría que tu me haces experimentar me da miedo; de ese miedo del que uno siempre quiere un poco más, de ese miedo que siempre deseamos para poder hacer las cosas como debiéramos. Como te lo prometí te voy a entregar todo lo que pueda darte y algo más que no sepa si tengo o si soy, te voy a escribir primero lo que escribí la noche que llegamos de tierradentro, las otras cosas (hasta las que no te he mostrado) ya habrá tiempo, o por lo menos eso espero.

como si ya el pasado y los sentimientos de tristeza de duda (no todos) y desolación , el desencanto, la tragedia, la soledad, el dolor, la envidia y la ansiedad abstinente se esfumarán en una sola mirada con picardía, en unas manos suaves y tibias en un cabello tan suave como el agua, en unos hombros tan deseados como una fruta jugosa en medio de la sed y el sol, una excusa siempre deseable parar acercarse y sentir la textura y el olor de una piel tan extraña como fascinante, siento muchísimo vértigo de solo pensar en lo que podría decirte, de estallar en emoción y confesarte todo lo que me encantas, de saber de una vez por todas si me correspondes o no, esta sensación estas luciérnagas, grillos, cucarrones, hormigas en mi interior, ya no aguantan más, y quieren salir a buscarte quisiera devolver el tiempo e ir de momento en momento por todos aquellos en los que estuvimos juntos y poderte decir sin miramientos todo el deseo que me despiertas, todas las ganas de abrazarte, de acariciarte, de besarte, de olerte, de sentir tu piel, tu suavidad, saborear tu dulzura, sentir tu olor combinado con el mió, sentir tu piel desnuda tocándola mía, aprovecharme de esas pequeñas intimidades momentáneas para lanzarme sobre ti y mostrarte lo mucho que me trastornas que aunque ya se que aspirar a una aventura de amor contigo es realmente improbable y solo deseado de mi parte, sentir ese deseo me hace de alguna manera vivir de nuevo en alegría, alegría que había olvidado que existía y que ahora con tanto furor vuelvo a vivir. creo que eso es lo más valioso (no creas que soy un egoísta por pensar esto) de haberte conocido, te lo debo (y te lo voy a pagar como sea), ahora se que hay alguna mujer, aunque no sea para mí, que me despierta este tipo de sentimientos, que me devuelve la humanidad que se volvía borrosa en mis rutinas, esto que te quiero decir puede que te suene confuso pues confuso es, por supuesto que soy conciente de la negatividad de una relación contigo, se que tu eres una y yo soy otro, que tu vida y la mía (aunque se hallan dado en lugares cercanos) no están juntas, que tu corazón y cabeza tienen sus preocupaciones en cosas y lugares en donde yo no, se que ya encontraste un alternativa de vida, y mejor aún de buena vida (eso me frustra), es más no creo que conmigo pudieras estar mejor, a largo plazo (esto ya no lo creo tan cierto), sin embargo deseo muchísimo estar contigo, pero no encuentro excusas para buscarte, me siento inseguro, y no se como hablarte o que decirte, no tengo la menor idea de que piensas de mí, y eso es lo que más me desespera, quiero hablarte y decirte todo lo que me encantas pero tengo miedo de decírtelo pues la probabilidad de que no me correspondas es mucha, aun así no creo que aguante mucho sin poder explotar.

Hasta aquí llega lo primero que me obligaste a escribirte, aunque falta lo que me soñé contigo y cada una de las sensaciones que me produjiste desde el primer día en que vi. La mujer tan bella tan pequeña y dulce que eres. Lo demás... bueno espero que para lo demás haya tiempo y espacio.

Espero que te haya gustado volver a leerlo a mi gusto volver a escribirlo pues fue una excusa para pensar deliberadamente y sin miramientos en ti y solamente en ti, tus besos me gustan y el de hoy me gustó más que todos (debe ser porque en cada beso tengo la intuición de que va a ser el último), espero que a ti también te haya gustado tanto como a mí. y en cuanto a ayer, no creas que se me olvida o que no fue importante, no lo traigo porque todavía no lo creo, y necesito tiempo para asimilarlo así como todo esto que nos esta pasando. Me despido porque me afanan, sino me quedaría aquí embriagado de los recuerdos que juntos ya tenemos ¡te quiero y no me da ni un miligramo de culpa! te quiero, te quiero, te quiero.