le mùsic

jueves, 8 de enero de 2009

Certezas

No estoy hablando de certezas, sólo hablo de oportunidades, no te pido ser parte de mis bienes sino que me hagas todo el bien posible. Siento que no comprendes mi sinceridad para contigo, veo que te es difícil, esta cosa que yo tanto pongo cerca de tu boca, te miro y siento que mis ojos me engañan, que no han visto a esa hermosa mujer por ahí cambiando el mundo, cambiando el mío por completo, sabes que nadie juega cuando cerca de mi/ti esta. Dudarás? De mi? De ti? Yo lo hago, pero no vivo esa duda con la misma pasión que si vivo hacía ti. Es un infierno, me estoy ahogando en razonamientos pesimistas, esperar no es mi fuerte, cada minuto que pasa sin que cumplas tu palabra para mi es un réquiem insoportable, estridente, innegable, ensordecedor, mucho lo has dicho, y mucho lo has negado, pero porque esta ensoñación continua, tus pronósticos cuáles han sido? Los míos los sabes, son esperanzas que por momentos flaquean en medio de tus arideces. Sigo creyendo lo que en un principio de este amor creí, me amarás y a ti misma y así consumaremos nuestro amor, se que eres una gran amante de ti misma pero no has sido una mujer completa en el amor, eres una inconforme nómada que vaga siempre en su desafortunado desierto de razón gris y profunda, tan densa y volátil que entre tus manos no ha durado por mucho ni es la forma en que la deseas.

Me dices mentiroso y equivocado, y yo a ti ciega y confusa, tu belleza no es mentira sino una verdad innegable para mis sentidos y conciencia. Elegirte para ser
amada ni es un error ni es tanto como una elección, me elevas hacía la divinidad, me conduces, seduces, excitas, me inundas y no tengo realmente mucho de elección frente a un ser humano como tu tan cerca de mi, de mis manos, de mis brazos, de mi piel, de mis palabras y de mi corazón, estando cerca de ti mi perspectiva del mundo se amplía y agudiza de tal forma que te vuelves como una barca hacía el movimiento. Se con amargura que no sientes algo ni parecido hacía mi, pero por eso te digo confusa, me pides sensatez para conmigo y me aconsejas buscar un amor que corresponda igual de cómo yo experimento, aún así tu no lo haces. Buscas o no buscas eso no lo sé, se que vas y vienes, fluctúas entre sensaciones e ideas, si el horizonte es tan claro en ti porque no te diriges de una vez hacia él, que esperas para cumplir con las profecías de tu canción, porque dudas, porque estas y no, sabes? Mañana habrá una luna como la que nos acogió alguna vez y la verdad creo que no vamos a estar juntos para compartirla, ya me imagino que para ti es una cosa baladí, talvez, para mi también, en el caso de que no vamos a estar juntos y tendré que mirar y hacerme el que no ve. Será que tu haces eso, para no involucrarte con cosas de las que no puedes tener certezas?

Amor no creas ni por un momento que te cuestiono o juzgo, yo te miro y mi ser se enciende, no puedo ser tibio contigo, gris, o indolente, a estas alturas no lo creo, te añoro, te deseo, y muy cerca, no en abstracciones o ideas flotantes en la nada de la espera, te quiero cerca y en presente, no me conformo con haber puesto páginas en tu memoria ni enseñarte cosas “importantes” no es aliciente el vago olor que has dejado en mi cama, necesito, quiero y anhelo tu presencia, sueño con tu sonrisa, medito en tus ideas, me erizo al pensar tu piel cerca de la mía, quiero bailar contigo, reír, conocer más del mundo, que tus manos me recorran y que tus labios se confundan con los míos mientras hacemos el amor. De lo que te hablo no es un capricho o algo que se pueda hacer en diferido, no se trata de repetir nada, ni de aceptar, se trata de sangre recorriendo arterias, de ojos abiertos, de oídos prestos y manos fuertes. No una certeza sino una posibilidad que nadie sabe por cuanto ni como pero que al fin y al cabo y te lo confieso ha sido lo que ya durante varios meses me viene robando mi ser.

Te internaste en mi, en mi vida y ahora creo o más bien entiendo que no te irás, supongo que vivirás alimentándote de mi corazón que no te olvida, lo que sea que hayamos vivido ya no se irá, aunque jamás tu vida y la mía, tu y yo, tu cuerpo y mis ojos se crucen.


La música que compartiste conmigo y la que yo compartí contigo a veces la escucho y me encanta,
me embruja, me teletransporta a nuestra fantasía, la música es hermosa y me lleva a esos momentos en que como niños nos dábamos cuenta sin saber de nuestros deseos hacía nosotros.
Un año es mucho tiempo, un año es muy poco tiempo...

Es como si los caminos cualesquiera que recorra me llevaran a ese encuentro contigo, en mis momentos de soledad huyo estrepitosamente de mi mismo (a veces, cuando puedo) me dirijo a donde sea y con quien se. He tenido conversaciones increíbles e increíblemente sin sentido, me sonrojo en la bocina con mi ridiculez y mis supuestas búsquedas pues no lo son y lo se, pero que más da, si estar solo se vuelve tan desesperante. Se que suena frívolo y utilitarista pero contigo no puedo dejar de ser sincero creo que es un avance que no debo perder. No me preguntes de trabajo ni de estudio, estoy fastidiado de ese tema, con todo el mundo se habla de lo mismo, pendiente de todo y de nada.

Las mónadas ladronas de mi atención siguen presentes, no creas que olvido mis deberes con mí tiempo aunque ello me aparte de escribirte que es realmente lo que deseo. No quisiera que nuestra comunicación se vuelva una rendición de cuentas, no quiero perder tiempo hablando de nada, por eso te diré sin más que es lo que quiero.


He recapitulado nuestros últimos desencuentros y me he percatado de mi poca preparación para esos encuentros, estoy tan ansioso de verte y sentirte que no logro pensar con claridad lo que haremos ni de que hablarte, mi deseo me desborda y no puedo trazar un curso de acción para los sucesos, no es solo mi culpa, es tuya también, siempre tan encantadora y seductora que no puedo y no me dejas pensar, pero no pensar a la manera de renuncia al mundo sino no pensar a la manera de hacer que el encuentro se prolongue y fructifique para los dos, han sido torpezas de la inmadurez, que intentaré no repetir, ese día en que se me escaparon las lagrimas de dolor por tu ida, no debió ser así ese día, aunque dentro de ese lleno transporte disfruté estar tan cerca, siento que ese no fue el curso que nuestro destino nos inducía a experimentar, no debimos entrar en ninguno de esos lugares, debíamos saber a donde ir, ahí, cerca, o lejos, pero debíamos saber a donde ir y debíamos saber que queríamos beber, y debíamos saber que deberíamos decirnos el uno al otro, tu debías de decirme de todo el deseo de verme que tenías, y yo debía corresponderte y decirte que no ha habido una sola cosa tan intensa en mi vida como nuestro romance, que aún ese día podía vivir.
Debí decirte de otra forma que me consumía el anhelo de hacerte el amor, de desnudarte en un respiro, debíamos de habernos ido del primer lugar a otro en el cual pudiéramos abrasarnos y besarnos, y decirnos que ese sentimiento vivido no había quedado en el olvido, que hoy, ese día era un día para hacer el amor apasionadamente, tus hombros debieron saltar encima de mis labios, tu boca debía buscar mi cuello, mis rodillas debieron buscar afanosamente tus muslos, mis manos debieron ser para tu espalda, tus manos para la mía, tus senos debieron estar entre mi boca, tu olor y el mío debían ser uno ese día, tu cuerpo y el mío debieron ser la muestra terrestre del nudo de nuestros espíritus, pues creo que aún siguen prendados isa, creo que tu y yo durante un tiempo muy corto nos enlazamos hasta un punto inolvidable para mí, y tenebroso para ti, pero bueno y cautivador para los dos, aún no encuentro una razón contundente que me lleve a ti, supongo que mucho menos tu la tendrás, ninguno de los dos tiene o debe sentirse atraído por el otro, ninguno de los dos puede sostener más que un romance entre los dos, ninguno de los dos tiene porque negar a si mismo lo que siente o sintió y ninguno de los dos debe perderse estar en ese momento en el qué volvamos a hacer el amor, será alucinante, mi niña morena y ágil, saber de la suavidad de tu piel, escuchar sollozos y gemidos de tu voz me enciende aún ahora que lo imagino, escucharás mi voz deseándote, mis manos te explorarán como la primera vez, será incontrolable ese desdén de placer, me sentirás y yo a ti, querrás decir y no podrás por el placer, yo callaré lo que no deba decir con mis labios pero te haré saber con mi cuerpo la intensidad con la que te he extrañado, ese día no será más largo que una canción, ni más corto que la espera para su llegada, espero por los astros o por lo que sea que ese día sea el más largo del año, espero poder perderme por horas en tus ojos, espero poder acariciar tus pómulos con mis pulgares, mirar tus labios mordiéndose de ansiedad por los míos, deseo un contacto humano tan intenso y profundo como alguna vez lo fuiste en mi cama, te quiero abrasar y soltar, quiero que seas mía y sigas siendo tuya, me enamoré así y así debe ser.